Cuántas veces hemos dicho que dejaremos atrás algún suceso y seguiremos con nuestras vidas adelante, el tan solo tener este pensamiento es una prueba de que estamos por un buen camino para la reconciliación con nosotros mismos, pero en muchas ocasiones pareciera que esto es hasta imposible para muchos de nosotros.
Cerrar un ciclo amoroso, de trabajo, de amistad, laboral es una de las cosas más difíciles de hacer si el sentimiento que existe de por medio es muy fuerte o bien los recuerdos se encuentran frescos y es entendible dado que no es sencillo tener que dejar atrás lugares, personas y cosas que significaron mucho para nosotros.
El arte de cerrar la puerta
El truco si es que podemos decir que existe alguno es no dejar ningún sentimiento reprimido o guardado, debes de dejar salir todo lo que tengas dentro de tu ser, de lo contrario estarás en el peligro de creer que cerraste un ciclo, pero en realidad las heridas siguen a flor de piel.
Y es que si haces frente a cada una de las sensaciones que tienes por ese ciclo que quieres cerrar, si dejas de lado cualquier duda que pudiera haber quedado de ese periodo, entonces estarás ante una mejor calidad de cierre emocional.
Deja de lado todas las experiencias negativas que existieron en ese ciclo y por esto no queremos decir que las olvides y las dejes de lado, todo lo contrario, queremos decir que debes de hacerles cara y saber que existieron, pero al saberlo debes tener en cuenta que el que te hagan daño tanto tiempo después no es la mejor opción que tienes para poder seguir con tu vida.
Por otro lado tendremos que el quitar lo que nos lastima del pasado liberara un peso de nosotros, lo cual contribuirá a que disfrutemos más el día de hoy, así lo viviremos más plenamente.
