Dale Carnegie nos enseña una frase que tiene toda la razón de principio a fin “no tratemos de aserrar el aserrín”. Para reparar un problema se debe pensar que ya está en el punto de quiebra, no hay marcha atrás y las situaciones no podrían ser peor.
Pero ¿Por qué ser tan pesimistas?, pues si piensas en lo peor, lo más grave que paso y lo que falta por suceder encontraras mejores respuestas que pensando que todo va a estar bien, ya que nuestra mente solo tiene pensamientos claros cuando tenemos una gran lista de problemas que pasaron, sus consecuencias y lo peor que está por venir.
Esto nos ayuda a encontrar soluciones para nuestros problemas, nos define que camino nos elegir, que acciones no tomar y como hablar con la persona o problema que causaste o en el que estas involucrado. Para reparar un problema personal o laboral en ambos casos siempre se debe pensar que ya está perdido, que te quedaste soltero o desempleado para que descubras nuevos trabajos, oportunidades y como enamorarla de nuevo o ser una mejor madre.
No imagines a cada hora que todo estará perdido, porque así sucederá, esto es diferente a tener una lista de situaciones donde podrías salir mal librado, debes aprender a diferenciar estas dos cosas, no es lo mismo ser pesimistas todo el tiempo a tener un plan con los peores resultados obtenidos por cualquier acción que quieras realizar, de esta manera, con un buen plan y con todas las ganas de seguir adelante repararas lo reparado.