El amor es en realidad tan especial y mágico como se nos ha hecho creer, ¿en verdad una persona se encuentra esperándote para ser solo tuya? La realidad es que es más simple que eso, tal vez entender al amor en su forma más sencilla, nos ayude a comprender la esencia de este sentimiento tan humano.
Amar es decidir, como no amar también es una simple decisión. La cuestión es que decidimos, y lo que decidimos es aceptar a otra persona de la forma en que todos suponemos que es el amor: amarla en las buenas y las malas, a pesar de todo y haciendo un voto de fidelidad que no debemos romper con la otra persona.
¿Una decisión equivocada?
Y es con esta pregunta que comienza un lucha mental, ¿Qué tal si me equivoque en mi decisión? ¿Y si existe alguien mejor? Comencemos diciendo que esta decisión es muy importante y no debe tomarse a la ligera, debe ser una decisión meditada y no solamente tomada en base a apariencias físicas o caprichos de momento.
No te equivocaste al decidir, al contrario haz valer tu palabra y renueva las cosas que te llevaron a tomar tu decisión. En caso contrario si olvidaste y no puedes recordar que te hizo llegar al punto al que estas hoy en día, entonces lo mejor será que olvides todo y sigas tu camino.
No vale estar peleando toda la vida, además una decisión es difícil de cumplir tajantemente si no encuentras algo que te motive a ello, recuerda que en ti está el poder de cambiar las cosas, pero no puedes hacerlo solo, necesitarás de tu pareja que se encuentre acompañándote y que esté dispuesta a hacer valer esa decisión de amor que los dos tomaron hace no mucho tiempo.