El dolor es un constante en la vida humana, algo que forma parte de nuestra existencia sin más, todos lo hemos experimentado, sin embargo muchos son los que huyen de esta situación como si fuese lo peor.
Es cierto que no es agradable, sin embargo en muchas ocasiones es la única manera que la vida nos propone para aprender lecciones valiosas con las cuales podamos superarnos y hacer de nuestro futuro algo más brillante.
Todo es temporal
El dolor es ciertamente temporal, no es un asunto eterno cada dolor en la vida tiene un momento de aparición y uno en el cual desaparece paulatinamente, evitar el dolor es una acción que comúnmente muchas personas a lo largo del mundo intentan no dándose cuenta de las lecciones que nos puede dar.
Desde fracasos hasta pérdidas de seres queridos el dolor nos enseña a valorar lo que tenemos en este preciso momento, a darnos cuenta de lo afortunados que somos por todo lo que hemos logrado. Además nos da un tiempo de reflexión, nos permite ver realmente que estamos haciendo con nuestras vidas, si es lo que realmente queremos para ellas, es una oportunidad de cambio muy valiosa que no debemos dejar de aprovechar.