En la imagen que se coloca adjunta a este artículo, tenemos una afirmación más que cierta que puede llevarnos a buen puerto en nuestro crecimiento personal y social. Muchas personas creen que tener objetivos puede limitar nuestro arco de acción en la vida, sin embargo, se encuentran muy alejados de la realidad.
Trazando objetivos claros en la vida
Al tener objetivos es más sencillo poder distinguir las acciones que se requieren para llevar a cabo nuestros sueños, que al final de cuentas son nuestros objetivos en la vida, es difícil no caer en la comodidad de no hacer nada nuevo en nuestras vidas y creer que podemos progresar sin colocar el empeño necesario en nuestras actividades diarias.
Las personas con éxito solamente se distinguen de aquellas que no logran sus sueños o bien se quedan estancadas en un solo aspecto: supieron realizar las acciones adecuadas, en el momento indicado, gracias en gran medida a que tenían trazada una serie de planes para llegar a su meta.
Esto no quiere decir que con tal solo planear tendrás la vida resulta, al contrario, muchas veces los planes se vienen abajo, muchas veces sin que nos demos cuenta hasta que es demasiado tarde. Lo fundamental es saber que a pesar de que en cierto momento todos nuestros planes pueden no ser útiles, siempre tendremos la capacidad de sobreponernos a esos pequeños obstáculos que la vida nos pone para salir adelante.
Así mismo de nada sirve tener objetivos si a final de cuentas no tenemos una fecha límite de realización. Es un peligro no incluirla dentro de nuestros objetivos, la razón más importante es que lo podemos simplemente postergar por el resto de la vida, hasta que en cierto momento nos demos cuenta de que jamás realizamos eso que queríamos con tanto anhelo para nuestras vidas.