Muchas veces postergamos la decisión de empezar una tarea o corregir algunas de nuestras actitudes perniciosas. La autoayuda es una forma de tomar conciencia que cada minuto perdido no se puede recuperar y que la postergación de algo que sabemos debemos realizar solo nos trae angustia y preocupación.
La inseguridad sobre nuestro potencial o no saber cómo vamos a reaccionar ante un resultado adverso nos lleva a posponer trámites que son ineludibles. Muchas veces creemos que la magia o los imponderables jugaran a nuestro favor y los problemas desaparecerán por arte de la magia.
En algún momento debemos comenzar una tarea y debemos plantearlo que cuanto antes comencemos antes terminaremos. Debemos decirnos que el momento es hoy y tenemos que ser firmes, nuestra firmeza es estímulo que hace que los problemas tomen la exacta dimensión sin magnificarlos ni minimizarlos.
Un dicho sostiene que:”A grandes problemas, grandes soluciones”, solo debemos saber dimensionar cada una de las dificultades para que tengan la justa medida y aplicar el correctivo de forma exacta.
Negar las dificultades no las quitan de nuestro camino solo hace que cada vez tomen mayor dimensión y se hagan más complicadas las soluciones. “Ahora es el momento, hoy es el día”, es lo que tenemos que repetirnos a nosotros mismos como una forma de darnos ánimo para tomar la iniciativa.
Si para resolver un conflicto debemos solicitar ayuda no debemos titubear y solicitar la misma, muchas veces los amigos o parientes tienen visiones superiores a la nuestras para resolver problemas y esas opiniones nos pueden ayudar.
