Los estados anímicos tienen vital importancia para la salud general de nuestro cuerpo, cuando estamos deprimidos o angustiados somos un poderoso imán que atrae a distinto tipo de dolencias. Un popular medico de la República Argentina con reconocimiento mundial sostenía que; “El mejor remedio para la cuerpo es la tranquilidad del alma”.
Algunas enfermedades se potencian cuando la tristeza y depresión se apoderan de la voluntad, saber encontrar el camino para salir del laberinto y encontrar la salida es abrir la puerta a la buena salud y esta es la mejor “autoayuda” que nos podemos brindar.
Los síntomas de las distintas enfermedades se magnifican en los espíritus débiles o faltos de voluntad. La sensación que el cuerpo se parte en mil pedazos ante la más leve señal de enfermedad es síntoma que estamos bloqueados mentalmente y que somos campo fértil para que cualquier dolencia por más mínima que esta sea se convierta en un drama y nos derrumbe moralmente.
Debemos profundizar el porqué de nuestra depresión y combatirla para que no nos quite claridad de pensamiento y así poder rechazar de forma enérgica las agresiones de cualquier tipo a nuestra mente y a nuestro cuerpo. Las cefaleas, el insomnio, la mala digestión de los alimentos, las reacciones cutáneas y muchas otras dolencias tienen orígenes en la depresión y los cursos de autoayuda colaboran para encontrar el camino hacia la solución.
Si estamos anímicamente fortificados podemos reaccionar de forma rápida y eficaz ante cualquier agresión e invertir la polaridad del “imán” para que este en vez de atraer rechace lo que nos perjudica.
