No existe nada más tóxico y mortal para las relaciones, los amigos, el trabajo y nuestra vida misma que la rutina, comienza por ser incómoda, pero muchas personas jamás pueden salir de ella y viven sus vidas pendientes del reloj y del cambio de hora que les indica la salida del trabajo.
La rutina mata nuestros sueños y esperanzas, nos deja en un espacio de confort en el cual todo nos resulta demasiado peligroso como para arriesgarnos a hacer las cosas mejor, es mejor quedarnos donde estamos y no sufrir sorpresas.
¿Cómo salgo de la rutina?
Es un paso difícil salir de nuestra zona de confort, sin embargo, si queremos llegar a mejorar no solamente nuestra calidad de vida, sino también la de nuestra familia debemos esforzarnos por salir de lo que conocemos y expandir nuestros horizontes.
Comienza a buscar nuevas cosas que hacer, deja las rutas que siempre tomas y conduce a tu trabajo por otra vía, sorprende en el trabajo al tomar la iniciativa en proyectos que probablemente no sean tuyos pero que tienes algo que aportar.
Tal vez lo fundamental es no quedarnos con las ganas de realizar alguna cosa, el tiempo nos lo cobrará solamente porque en ese momento sentimos que “las cosas así están bien”. Sorprende a tu familia y esposa planeando una salida familiar diferente a las demás, no solamente debes tener las típicas salidas al cine.
Aprende algo nuevo, no importa que sea desde un tema de alguna asignatura de tus hijos, hasta tomar clases de baile o música, el conocimiento nuevo puede suscitar cambios inesperados en la forma en la cual nuestra autoestima se encuentra, ya que estamos haciendo algo que de verdad queremos en la vida, no algo que nos están obligando a realizar.
Estos son solo algunos consejos de las formas que puedes utilizar para dejar de lado los días largos y aburridos de oficina.
