Es muy común que inclusive nosotros mismos usemos la frase que se encuentra en el título: Nada es imposible, siguiendo tal vez un patrón romántico pensamos que en realidad es cierto.
Sin embargo, a pesar de que con esta frase estemos con la buena intención de apoyar a alguien, puede que con esta frase estemos causando problemas mayores a los que la persona ya presenta en un momento dado.
¿Porqué no usar esta frase?
Existe una simple respuesta para evitar el uso de esta frase y es que en verdad hay cosas que o bien ya no tienen remedio o por las cuales ya no vale la pena luchar, es un hecho real y debemos considerar que alentar a una persona a seguir en una lucha sin sentido puede empeorar el estado en el cual se encuentra.
Ejemplos de imposibles podemos encontrar muchos, tal vez los más significativos se enfoquen en conservar a una persona a nuestro lado, ya que en estricto sentido ninguna persona tiene la obligación de volver a nuestro lado si algo en su contra realizamos.
Usar esta frase como apoyo refuerza la teoría mental que la persona tiene para aferrarse a algún hecho, persona o cosa. Al reforzar la idea desde el exterior, la persona entonces cree que en verdad está realizando algo con futuro y sobretodo positivo para su vida futura.
Existen cosas, personas y situaciones que debemos de dejar pasar, no hay otra alternativa saludable a nuestra vida. Cerrar un ciclo, por muy doloroso que pueda ser es la clave en muchas ocasiones para seguir adelante en nuestras vidas.
Usar esta frase es entonces una forma de dar falsos ánimos y esperanzas que, la persona al ver que no son posibles recaerá en un estado de tristeza que es en la mayoría de las ocasiones mayor al problema de base que tenía en un principio.
