Es muy difícil perdonar a alguien por algo que hizo y que nos causó daño, nos cuesta trabajo y de vez en cuando esas cosas que hizo vuelven a nuestra mente, sin embargo en muchos casos somos jueces implacables y sin misericordia si se trata de nosotros mismos.
Algún error que hayamos cometido podemos no perdonárnoslo por años inclusive, pero si alguien más lo hiciera probablemente eventualmente lo perdonaríamos a pesar de la gravedad de la falta que pueda existir.
Descargar el peso
Perdonar algo que hicimos hace tiempo libera una parte del peso que recae sobre nuestros hombros y es que debemos de reconocer que en primer lugar somos seres humanos, no somos perfectos, ya que en caso de que esto fuera cierto, entonces no tendría sentido estar en la vida que nos enriquece con experiencias día a día.
Todos comentemos errores, tener expectativas demasiado altas sobre nosotros mismos puede llevar en un momento a caer en depresión por no lograr estas metas que nos ponemos que en ocasiones pueden ser hasta inalcanzables, debemos ser más flexibles con nosotros mismos, la forma en la que nos juzgamos repercute directamente en nuestra forma de expresarnos ante el mundo, además estar bien con nosotros mismos es la mejor forma de seguir creciendo día a día.
Debemos reconocer que nos equivocamos y en lugar de permanecer con ese pensamiento de reproche y culpa, deberíamos mejor obtener los conocimientos que trajo a nuestra vida, cada error es una forma de ver una nueva realidad ante nuestros ojos, podemos aprender a mejorar, si no nos equivocásemos nunca, jamás podríamos saber lo que es crecer.
Tampoco se trata de ser totalmente flexibles, es más bien un asunto de humildad, al reconocer que en cierto momento hicimos algo de manera errónea y que podemos evitar este tipo de actitudes en un futuro no muy lejano.
