Perder una amistad en nuestra vida puede significar emocionalmente hablando muchas cosas para nosotros, sobretodo porque los amigos son una parte importante dentro de nuestra vida, un apoyo constante, sin embargo pareciera que con el paso del tiempo aquellos a los que creíamos incondicionales, pasan a ser personas con las cuales solamente tenemos una gran cantidad de recuerdos compartidos, llegando al grado de parecer completos desconocidos.
Las razones
Al pasar los años nuestras metas, formas de pensar y de vivir se van modificando en gran medida gracias a las experiencias y aprendizajes que se dan a lo largo de la vida. En este proceso cambiamos y nos convertimos en personas nuevas, sin embargo tal vez esta nueva persona no esté dispuesta a relacionarse con las mismas personas.
La falta de temas en común es un factor determinante en la pérdida de las amistades, además muchas veces nuestros valores y formas de pensar dejan de estar en sintonía y esto causa que a la larga se pierda comunicación e inclusive hasta interés por la relación de amistad que en un principio parecía ser tan fuerte.
Sin embargo de estas amistades nos debe de quedar un recuerdo claro y vivo de nuestros mejores momentos junto a ellos, ya que cada amigo que tenemos es en realidad una parte importante de nuestras vidas, un pedazo de lo que fuimos y lo que somos actualmente, no podemos explicar nuestra vida sin ellos.
A pesar de este tipo de amistades existen otras que jamás se pierden, estas son las más duraderas aquellas que no fueron creadas sobre cimientos más banales, este tipo de amistades serán realmente pocas, pero solo llegar a tener es suficiente para poder saber que existe alguien que en verdad nos valora a pesar del paso del tiempo.