¿Cuántas veces no intentamos algo por miedo a errar o porque según nosotros, no nos da la capacidad? El hecho de querer hacer algo deviene directamente de las ansias que tenemos de lograr tal fin, ya que el hombre es directamente movilizado por su voluntad.
Empezar a soñar nos puede llevar a lograr cosas impensadas, cosas que nunca nadie hubiera imaginado porque eran imposibles hasta el momento, cosas que parecían de otro mundo, hasta que llegó alguien y las hizo posibles. Esto sucede porque personas que no se limitan a lo que son o tienen, intentan llevar a cabo sus sueños, ideales, intereses, hasta que lo logran y así demuestran al mundo que no hay cosas imposibles, porque el hombre, con ganas y perseverancia, todo lo puede. Los sueños de toda persona son soñados porque son posibles, caben en la mente humana porque pueden ser llevados a cabo y no hay nada que nos puede impedir cumplirlos, porque si nos dejamos llevar por opiniones, críticas o demás vicisitudes estos serán dejados de lado y continuaremos en nuestra rutina, que poco de entretenida tiene.
El hecho de nunca decir nunca a cada cosa que queremos hacer nos hará realmente libres, felices y satisfechos. De este modo, estamos haciendo lo que nos dicta nuestro corazón, intentando cosas nuevas que nos ponen a prueba día a día y creciendo como persona, ganando experiencia en todo tipo de ámbitos y mostrándole al entorno que cualquier cosa que tengamos en mente puede ser posible si realmente queremos.