Una expresión muy clara y con la que hemos querido nombrar a esta entrada es la clásica que seguro que hemos escuchado durante toda nuestra vida “Recibe lo que siembras”. Esta expresión, para quien no lo sepa, quiere decir que debemos de ser producentes con nuestras acciones y tener bien claro que cuando hagamos algo recibiremos algo en consecuencia por nuestras acciones.
Si en nuestro día a día decidimos empezar a tratar bien a la gente, recibirlos con una sonrisa en la cara y ser educados con ellos, tenemos que tener bien claro que lo que vamos a recibir en consecuencia de ello son cosas similares, sonrisas y un buen trato.
Por el contrario, si nos entretuviéramos a tratar mal a la gente, respondiéndoles mal y no tratándoles como es debido, no podemos llegar a sorprendernos si de pronto recibimos lo mismo que hemos sembrado a cambio.
Si hemos tratado mal a alguien esa persona lo mas normal que nos trate también mal, y si los hemos tratado bien será muy difícil que recibamos un mal trato de estas personas. Esto también se aplica a las acciones propias del día a día. Si nos esforzamos conseguiremos llegar mas lejos que si no lo hiciéramos, cuando nos llevamos varios días trabajando duro para conseguir algo llegaremos mucho mas lejos en nuestro objetivo que si no trabajamos ninguno y nos dedicamos a solamente pensar en “lo bonito que sería si…”
Es por esto que en este articulo queremos recomendar que tengamos bien claro que queremos conseguir y sembremos en consecuencia a ello. Si queremos llegar lejos tendremos que trabajar duro y si queremos que nos traten bien tenemos que hacer lo mismo. De esta manera recibiremos lo que sembramos.