¿Cuántas veces has comenzado una nueva actividad, como un trabajo o simplemente un nuevo proyecto personal, con muchas ganas para ver que al poco tiempo, ese entusiasmo inicial desaparece por completo?
Este tipo de acontecimiento puede provocar que abandones esa nueva vía en tu vida e incluso llevarte a la depresión. Pero con un poco de esfuerzo y autoconfianza puedes hacer que esos pensamientos negativos desaparezcan y aprender de ellos.
Debemos de entender que las emociones humanas funcionan como si dibujásemos una larga línea que las representa, en el momento que aparece un pico, es que esa emoción no la entendemos o es una novedad, por lo que gastamos todas nuestras energías en esa nueva emoción hasta que la entendemos. Es por ello que lo nuevo siempre entusiasma hasta que nos hacemos a esa actividad.
Emoción nueva y luego la asimilación de la misma. Ahora viene ese posible momento de bajón, esa nueva actividad ya no nos parece tan atractiva. ¿Qué hacer? Para empezar hay que estar preparado para esa posible decepción. En el momento que comienzas un nuevo proyecto, enfocas todas tus energías a el mismo, puede pasar que no veas los resultados esperados rápidamente pero si ya te habías informado sobre posibles plazos para obtener el éxito, antes de venirte abajo sabrás analizar el trabajo realizado y darte cuenta de que aunque lo estés haciendo bien sólo necesitas un poco de paciencia. Debes de fijarte objetivos creíbles a corto plazo e ir cumpliéndolos poco a poco hasta llegar a ese gran objetivo final.
Además llegado el momento podrías necesitar reflexionar sobre la estrategia que estás llevando a cabo y la motivación que te mueve. Si la estrategia es equivocada, cámbiala. Y si la motivación no es lo suficientemente fuerte sopesa el cambiar de proyecto.
Todo esto sin venirte abajo en ningún momento, has de ser consciente de que el éxito llega con trabajo y esfuerzo, y rara vez el resultado es rápido. Simplemente trata de aprender de tus errores y sigue adelante.
