Muchas veces en la vida nos encontramos con situaciones difíciles, en donde nos sentimos víctimas de todas las cosas que suceden a nuestro alrededor, este tipo de actitudes nos llevan a tener un pensamiento negativo, que a la larga nos llevan a alejarnos de las personas y alterar nuestra percepción de la realidad que nos rodea.
No todo es malo
En esos momentos algo dentro de nosotros cambia y nos hace ver que todo lo que está alrededor es malo, sin embargo, en muchas ocasiones perdemos muchas oportunidades valiosas debido a nuestro sentimiento negativo que no nos permite ver correctamente nuestro entorno.
Como en la imagen, muchas veces podemos intentar protegernos del exterior, en lugar de filtrar las experiencias positivas y negativas, simplemente desechamos todo de igual manera. Al estar en esta situación debemos de pensar ¿cuál es la verdadera causa de nuestro negativismo? Una vez hecho esto podremos intentar ver con calma estos problemas, para intentar resolver antes que nada nuestro desorden mental propio.
No importa que cosa nos haya sucedido mala en nuestro pasado, es un hecho que si nos cerramos completamente al diálogo interno y con los demás, jamás lograremos superar el trago amargo que en un momento determinado estamos viviendo.
Ve el mundo tal y como es, no te concentres en lo malo que sucede a tu alrededor, si todos hiciéramos esto el mundo se convertiría en un lugar gris y sombrío, en donde nada valdría la pena, sin embargo, cada vez que vemos una persona sonreír o sentimos el viento en nuestra cara podemos afirmar que estamos plenamente vivos y que vale la pena luchar por nuestro mundo.
Seamos agentes de cambio, una sonrisa tuya a tu pareja, familiar, amigo o a cualquier desconocido puede sin lugar a dudas transformar su día en algo un poco mejor, con más felicidad y plenitud.